Diabetes (Tipo 1 y Tipo 2)
Comprender la diabetes
La diabetes es una enfermedad crónica en la que el organismo es incapaz de regular adecuadamente los niveles de azúcar (glucosa) en sangre.
Hay dos tipos principales de diabetes en los niños: Tipo 1 y Tipo 2.
La diabetes de tipo 1 es una enfermedad autoinmune en la que el páncreas produce poca o ninguna insulina, una hormona esencial para convertir la glucosa en energía.
La diabetes de tipo 2 se caracteriza por una resistencia a la insulina, en la que el organismo no la utiliza eficazmente, a menudo relacionada con factores del estilo de vida y la genética.
Concertar una cita
Si observas estos síntomas en tu hijo y te preocupa la diabetes, es importante que busques una evaluación completa de un profesional sanitario.
Concertar una cita con nosotros puede ayudarte a obtener un diagnóstico adecuado y a desarrollar un plan de tratamiento eficaz para controlar la enfermedad de tu hijo y garantizar su salud y bienestar a largo plazo.
Ponte en contacto
Enfermedades crónicas
Reconocer los síntomas de la diabetes
Es posible que observes varios signos en tu hijo que podrían indicar diabetes de tipo 1 o de tipo 2:
- Aumento de la Sed y la Micción: La micción frecuente y la sed excesiva son síntomas comunes, ya que el cuerpo intenta eliminar el exceso de glucosa.
- Pérdida de peso inexplicable: A pesar de tener un apetito normal o aumentado, los niños pueden perder peso, sobre todo con la diabetes de tipo 1.
- Fatiga: Cansancio persistente o falta de energía, ya que el organismo es incapaz de convertir eficazmente la glucosa en energía.
- Visión borrosa: Los niveles elevados de azúcar en sangre pueden causar cambios en los niveles de líquido en los ojos, lo que provoca visión borrosa.
- Infecciones frecuentes:
Mayor susceptibilidad a las infecciones, sobre todo en la piel y las vías urinarias.
- Llagas de cicatrización lenta:
Cortes o llagas que cicatrizan lentamente, a menudo debido a un deterioro de la circulación y de la respuesta inmunitaria.
- Aumento del hambre:
Hambre constante, ya que las células del cuerpo no reciben la glucosa que necesitan para obtener energía.
- Piel oscurecida (acantosis nigricans):
Parches de piel oscurecida, normalmente en los pliegues del cuello, las axilas o la ingle, a menudo asociados a la resistencia a la insulina en la diabetes de tipo 2.
Mayor susceptibilidad a las infecciones, sobre todo en la piel y las vías urinarias.
Cortes o llagas que cicatrizan lentamente, a menudo debido a un deterioro de la circulación y de la respuesta inmunitaria.
Hambre constante, ya que las células del cuerpo no reciben la glucosa que necesitan para obtener energía.
Parches de piel oscurecida, normalmente en los pliegues del cuello, las axilas o la ingle, a menudo asociados a la resistencia a la insulina en la diabetes de tipo 2.