Contusiones (hematomas)
Comprender las contusiones
Las contusiones, conocidas comúnmente como hematomas, son lesiones de la piel y los tejidos subyacentes sin rotura de la piel.
Se producen cuando pequeños vasos sanguíneos situados bajo la piel se rompen a causa de un traumatismo, haciendo que la sangre se filtre a los tejidos circundantes.
Esto da lugar a la decoloración e hinchazón características de un hematoma.
Las contusiones pueden deberse a caídas, golpes o cualquier impacto que aplaste las fibras musculares y el tejido conjuntivo subyacentes sin romper la piel.
Concertar una cita
Si observas estos síntomas en tu hijo y te preocupa un hematoma, sobre todo si es grande, doloroso o no mejora con el tiempo, es importante que busques una evaluación completa de un profesional sanitario.
Concertar una cita con nosotros puede ayudarte a obtener un diagnóstico adecuado y a desarrollar un plan de tratamiento eficaz para tratar la lesión de tu hijo y garantizar una curación adecuada.
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Lesiones
Cómo reconocer los síntomas de las contusiones
Puedes notar varios signos en tu hijo que podrían indicar una contusión:
- Decoloración: La piel sobre la zona lesionada puede aparecer roja, azul, morada o negra a medida que la sangre se filtra por los vasos rotos.
- Hinchazón: Hinchazón alrededor de la zona magullada como consecuencia de la acumulación de líquido.
- Dolor: Sensibilidad y dolor en el lugar de la lesión, sobre todo al tocarlo o moverlo.
- Rigidez: Reducción de la amplitud de movimiento en la zona afectada debido al dolor y la hinchazón.
- Calor: la zona magullada puede estar caliente al tacto, ya que el cuerpo responde a la lesión.
